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“El viento conoce mi nombre”

 


“El viento conoce mi nombre” de Isabel Allende.

El  libro evoca esperanza como el viento que no conoce fronteras, sosegado por la vida.

El viento conoce el nombre de Samuel,  Anita, Selena, Marisol…

Mujeres  motivadas por el Amor,  dan la vida y   se desprenden  para que el Amor florezca entre el sacrificio y el deseo de un mundo mejor para el ser querido.

Dos madres en distintos momentos de la historia reciente de la humanidad (año 1938 y 2019)  y en distintos lugares:  Austria Nazi y el Salvador. Ellas   asumen y sufren directamente el impacto de la discriminación, la guerra, el odio y  la redención de la  solidaridad.

Dos hijos  que viven con valentía y tenacidad el desapego, el desarraigo y el sin sentido de la guerra.

Cuando lees este libro,  sientes que estás leyendo la realidad, te haces consciente que  la guerra tiene unos patrones,  que sin importar,  trascienden fronteras temporales y espaciales.  Nos hablan de nosotros, de nuestras decisiones como humanidad y de nuestra capacidad como personas para hacer mucho bien y mucho mal.

Isabel Allende es la autora de este libro,  una vez más,  resalta su lucha por los derechos de la mujer a través de  la descripción de la realidad  en distintas etapas de la vida, en sociedades que las envuelven entre encrucijadas y alternativas.

De Allende sabemos que se vio obligada a huir de su Chile natal y por ello,  ve a los refugiados como personas que merecen nuestra comprensión.

“Cuando eres un refugiado pierdes tu nación, tu tribu y tienes que crear una nueva comunidad. Sin la ayuda de otras personas, es imposible lograrlo”, dijo en una entrevista reciente.

No hay duda de que esas experiencias de miedo, huida y acogida estimularon su creatividad y le ayudaron a convertirse en una de las escritoras más importantes y respetadas de América Latina.

También hace que la novela sea profundamente relevante.

“El tema de los refugiados está en el aire y la gente piensa que la crisis se puede resolver construyendo muros, pero eso no funciona. Las personas que están desesperadas necesitan encontrar un lugar donde se sientan seguras... Necesitamos trabajar juntos para encontrar soluciones globales”, dijo.

El Amor es sin duda el motor del libro, nos pone en sintonía con la vida en palabras, con temor y con un realismo que duele.

Decidir leer “ El viento conoce mi nombre” es decidir ver la vida con ojos de niña, ojos  que miran sin ver, y que rescatan  nuestros ojos, para  ver el significado del sacrificio y de la hospitalidad en varias  historias,  que son nuestras, que son nuestra realidad.

Una niña pudo  cambiar  la vida de un hombre,   una mujer puede cambiar  la vida de una niña con su trabajo, su abnegación y vocación.

CAROLINA JOZA

 

 

 

 

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