Abir y Jacob son los dos protagonistas de esta novela. Se trata de un tema muy actual del terrorismo yihadista, de la guerra que se está viviendo entre los Israelitas y palestinos:
Abir, nace en Beirut, sus padres son
franceses, él se entera muy tarde que su madre es judía, por lo que tiene otra
identidad, además de la que creía que era su propia identidad y es la que le
marca en una religión tan potente como la del judaísmo. Es un adolescente que
presencia, el asesinato de su familia durante una misión del ejército israelí
en el sur del Líbano, jura vengarse el resto de su vida.
Jacob, nace en un campo de miseria del sur del
Líbano, su madre es de la tercera generación de palestinos refugiados de Líbano
y es una persona que la circunstancia de la vida le llevan a vivir en París en casa
de unos tíos, tiene que aprender ciertas costumbres nuevas, y si no se comporta
como los chicos del liceo no es uno más, se siente descolocado, marginado.
Son dos personas atormentadas, desarraigadas
los dos se sienten DE NINGUNA PARTE.
Recomiendo este libro porque llama la atención lo bien documentado y
escrito que está y porque ofrece varias visiones como: La importancia de las
raíces y la identidad, los efectos
duraderos del trauma y la violencia, la complejidad del conflicto
israelí-palestino y la necesidad del perdón y la reconciliación.
Edurne Arenas F.
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