La autora es licenciada en Derecho y Geografía e Historia, tiene escritas varias novelas y han confirmado su consagración entre la crítica y los lectores como una escritora de gran personalidad literaria.
La trama de la novela se desarrolla en Berlín recién terminada la Segunda Guerra
Mundial. Alemania queda dividida en
cuatro sectores; el británico, el francés, el americano y el soviético. La
autora en esta novela ha tratado de mostrar aquellos durísimos años de
posguerra desde el punto de vista de los civiles alemanes. Berlín, una ciudad
destruida y arrasada por la guerra. Los
países ganadores se hacen dueños del territorio
y de la vida de las personas
Victoria, una mujer alemana, con estudios universitarios,
al inicio de la posguerra sobrevive cantando cada noche en el club Kassandra,
para mantener a su hija y a su hermana que está al cuidado de la niña.
Un chantaje sin escrúpulos por parte de los
rusos obligará a Victoria a viajar sola a Estados Unidos como espía soviética,
tiene el consuelo de Norton un abogado norteamericano con el que convive. Allí descubrirá que la
que parecía la sociedad más democrática del mundo esconde una rancia capa de
racismo e injusticias sociales y de persecución
a las persona que expresas sus ideas comunistas.
El personaje de Norton, un abogado vinculado a Berlín, añade una capa adicional
a la trama. Aunque su relación con Victoria tiene un componente emocional,
Norton, por su parte, lidia con sus propios conflictos personales,
influenciados por las dificultades que enfrenta en Estados Unidos debido al
maccarthismo y la creciente polarización social.
Destaco unas notas de la autora al final del
libro que me han impresionado:
“Se ha escrito mucho…, de la barbarie del
nazismo y sus consecuencias; también del estalinismo y la crueldad del sistema.
Pero la semilla del odio también se encontraba en lo que se consideraba la cuna
de la libertad y de los derechos. En el Deep South de los Estados Unidos se
aplicaban las leyes de la segregación racial, las llamadas leyes Jim Crow. Los
nazis adaptaron estas leyes a sus
necesidades para defender la supremacía de la raza aria”.
En el estado de Alabama se llevó acabo un
experimento médico que inicio en 1932 y duró cuatro décadas, con aproximadamente seiscientos hombres afroamericanos
pobres, para ver la evolución de la
sífilis de forma natural y sin aplicarles ningún tratamiento. Muchos de ellos
murieron, le trasmitieron la enfermedad a sus esposas y algunos de sus hijos
nacieron con sífilis congénita.
Otro dato importante es lo que ocurrió con el atleta Jesse Owens, ganador de cuatro medallas de oro en las Olimpiadas de 1936 en Berlín. Se le hizo un homenaje en el hotel Waldorf Astoria, pero se le negó el paso por la puerta principal por ser negro.
El presidente Roosevet nunca le felicitó. Sobre este atleta se hizo una película en
2012.
SILVIA V.
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